La ciudad de Río es la mayor atracción del país y uno de los destinos más populares para personas de todos los rincones del mundo. Lo primero que llama la atención al llegar a Río es la calurosa acogida y el estilo de vida agradable de sus habitantes; el contraste entre la antigua arquitectura colonial y los modernos rascacielos, y la selva tropical que se extiende hasta el borde del mar, que hacen de Río un espectáculo digno de apreciar. Conocida como la “Ciudad maravillosa”, Río ofrece al visitante numerosas atracciones que le han valido fama internacional.

Más allá de los millones de turistas que vienen a apreciar sus paisajes, belleza natural y el amplío abanico cultural e histórico que ofrece esta ciudad brasileña, Río ha empezado a acoger un nuevo tipo de turismo en los últimos años, el turismo de negocios. La capital del estado de Río de Janeiro es también uno de los centros de negocios más importantes de Brasil, constantemente
elegido para hospedar importantes conferencias, congresos y acontecimientos locales e internacionales. Río es definitivamente una de las ciudades más polivalentes del país.

¿Quién no ha oído nunca hablar del Carnaval de Río, el más asombroso y popular del mundo? ¿O del Pan de azúcar y el Cristo Redentor? ¿Y qué hay de las preciosas playas de Ipanema y Copacabana, que han inspirado a músicos de todo el mundo? ¿Y quién puede olvidar el parque nacional de Tijuca, la mayor zona verde preservada en un área urbana del país? Río de Janeiro es todo eso y mucho más. La ciudad maravillosa posee un abanico de actividades y atracciones que ofrecer, como centros culturales, numerosos museos e Iglesias.   Al tener un clima benévolo durante todo el año, Río no depende de las estaciones para atraer turistas. Sus monumentos pueden apreciarse en cualquier momento. Quien visite Río se dará cuenta de cómo su agenda se encuentra siempre llena de actividades. Desde exposiciones, a obras de teatro, espectáculos de baile y música, deportes para todos los gustos (incluso parapente, para aquellos que aman las sensaciones fuertes y quieren disfrutar de sus famosos paisajes desde otra perspectiva), siempre hay algo que hacer en Río. Río es una ciudad grande y compleja, donde puede ser difícil navegar para los visitantes nada más llegar. Perderse es parte de la experiencia, pero desplazarse es mucho más fácil si se toma el metro. El sistema de metro funciona bien en la ciudad, la manera más simple y barata de utilizarlo es comprando una tarjeta de metro. Encontrar el lugar buscado a la primera no siempre es el caso, pero da al visitante la oportunidad de ver partes de la ciudad que no hubiese explorado de otro modo.

Río tiene la capacidad de mantener al visitante constantemente ocupado, ya sea haciendo caminatas, en la playa, o explorando las demás zonas vibrantes de la ciudad. El Cristo Redentor, el Pan de Azúcar, Copacabana e Ipanema son las atracciones turísticas más famosas de Río. La ciudad ofrece una infinidad de opciones en lo que se refiere a turismo, naturaleza y cultura. Para tener las mejores vistas de la ciudad y hacer algo de  jercicio, lo mejor es subir al Morro Dois Irmãos o el Morro da Ursula.   Cuando ya se ha cubierto el cupo diario de ejercicio, ir a relajarse a la playa es siempre una buena idea. Río ofrece una gran variedad de playas donde disfrutar de sol, el mar y la música brasileña. Y cuando las playas ya no inspiran, el Jardín Botánico con sus 8000 especies, de las cuales 140 son aves, aguarda a los visitantes. Otra opción es visitar la laguna de Rodrigo de Freitas, que puede ser explorada con canoas y barcas o dando vueltas en bicicleta al borde del lago.   Después de una buena dosis de naturaleza también es bueno descubrir y sentir las calles de Río. El barrio de Santa Teresa es conocido por sus aires bohemios, calles estrechas y boutiques. Un lugar perfecto donde encontrar un souvenir para llevar de vuelta a casa. No muy lejos de Santa Teresa queda la Escadaria Selarón, las escaleras de Selarón. Un lugar muy colorido un imprescindible de la ciudad con 250 escalones cubiertos por distintos azulejos de todo el mundo. Para ver un lado completamente diferente de Río, es posible también reservar un tour de la favela. En lo que se refiere a cultura, Río tampoco se queda atrás. El Teatro Municipal de Río de Janeiro, la Fortaleza de São João y el Centro Cultural Banco do Brasil merecen todos una visita.Con su cambiante muestra artística, exposiciones históricas y oferta de cine, Río es la parada perfecta para un día lluvioso.   El fútbol es por lo que viven los brasileños, así que un desvío de los museos al mayor y más conocido estadio, el Maracaná, es una experiencia digna de mención. Si es posible, lo ideal es comprar entradas para un partido y disfrutar de la verdadera experiencia del fútbol brasileño.

El clima de Río podría describirse como caluroso y húmedo, con una atmósfera cálida durante todo el año que se vuelve caliente en verano. De diciembre a marzo la humedad es alta y las temperaturas pueden alcanzar los 40° grados (14°0F), pero rondan normalmente entorno a los 30° grados (86°F). Por la noche, las temperaturas caen en verano a unos más cómodos 25° grados (77°F). El verano en Río se considera  extremadamente lluvioso, con entre 12 y 15 días de lluvia al mes, lo que significa que siempre es bueno tener un paraguas a mano.   Si el calor, la humedad y la lluvia no son para ti, el invierno, de Junio a Septiembre, es una época más agradable para visitar Río de Janeiro. Las temperaturas siguen siendo cálidas, entorno a 24° grados (75°F) durante el día, que bajan a 18° grados (64°F) por las noches. El invierno es menos húmedo, con entorno a 6 días de lluvia al mes, lo que lo convierten en el mejor momento para visitar Río. La primavera, de Abril a Mayo, y el otoño, de Octubre a Noviembre, son cálidos y húmedos pero con posibilidad de cambios bruscos en la temperatura.