Cuando planeé mi viaje a Brasil, debo confesar que no albergaba demasiadas expectativas sobre nada. Hoy, después de un mes viviendo en la “ciudad maravillosa” (Río de Janeiro) ¡puedo decir que el lugar es perfecto! La relación con mi familia es genial. Dani es como una hermana para mí, y Tai, que sólo es algo mayor que yo, como una madre. Las cuatro semanas de clases han sido excelentes, la escuela y la profesora eran geniales y tengo una idea general buena y completa del lenguaje a pesar del corto tiempo. Esta semana empezaré el voluntariado en mi proyecto. Estoy segura de que será una gran oportnidad, no sólo de seguir aprendiendo portugés, sino también de desarrollar mis conocimientos y habilidades personales.